El cultivo del amor a través de la Danza Oriental Alquimica ©

A través de la Danza Oriental Alquímica desarrollamos una relación amorosa y consciente empezando con nuestro cuerpo y de ahí con nuestro entorno.

Se requiere de tiempo, compromiso, constancia y voluntad en la práctica.

A través de los movimientos realizados de manera consciente profundizamos en el cuerpo, las emociones y los pensamientos.

La práctica continua nos lleva a experimentar un proceso de crecimiento personal que incluye varias etapas:

1. Aceptar todo aquello que no nos gusta de nosotras mismas (pensamientos, imagen, cuerpo...). En clase el bailar frente al espejo, nos refleja todo aquello que mas nos gusta de nosotras pero también lo que menos.

2. Tomar responsabilidad, hacernos cargo de todo lo que no nos gusta, tomar acción para cambiarlo. Ej. Si deseo un cuerpo más flexible y tener mayor agilidad soy constante en mis clases de danza, quiero tener más salud, cuido mi alimentación, dedico algún tiempo para conectar con mi cuerpo.

3. Ser constante y determinada en mantener las acciones que favorecen el cambio. La asistencia regular y la dedicación en casa nos abre la puerta al cambio: mejor condición física-mental y emocional.

4. No ser demasiado exigentes o duras con nosotras mismas cuando las cosas no salen como esperas. Cuando hay algún movimiento que no sale,nuestra filosofía es respetar el proceso de aprendizaje del cuerpoa. La mente quiere aprender ya, sin embargo nuestro cuerpo lleva otro ritmo. En nuestra escuela enseñamos a tomar tu tiempo, y disfrutar del proceso.

5. Amarse en todo el proceso y convertirte en tu mejor amiga. En nuestra escuela, La danza es un camino de autoconocimiento y realización personal, y bailamos con el propósito de celebrar el movimiento de la vida, nuestra ciclicidad y feminidad.